Forenses - Aborteras
  Hirschfeld escribe en "Sexualidad y criminalidad" [Sexualität und Kriminalität] (1924):

«Los crímenes contra la vida en germen pertenecen ya a los crímenes sexuales más frecuentes... Los ginecólogos calcularon que tres cuartas partes de los abortos tuvieron un origen criminal, es decir fueron provocados intencionadamente,...»

«Tanto como acerca de la contracepción soy de la opinión que, desde el punto de vista de libertad sexual humana, el uso de medios de protección debería ser dejado al arbitrio de cada cual, así estoy convencido, según mi experencia, de que en la mayoría de los casos no se trata aquí en realidad de irreflexión, sino de sentimiento agudo de responsabilidad, y más necesario que conducir la voluntad afirmadora de la vida y de la fecundidad natural hacia un niño, considero necesario que para todos los seres humanos sean reunidas las condiciones preliminares sociales que añaden a la fertilidad natural la voluntad de afirmar la vida de un niño...; tanto menos pude dejarme convencer de que el óvulo fecundado, el embrión, no sea ya un ser humano vivo del que, una vez presente, ni el procreador puede disponer libremente.

Considerado desde el punto de vista biológico, aquélla que aborta está de todas maneras más cerca de la infanticida que de la que pratica la contracepción.
»

Hirschfeld - como siempre lo subraya - es «tan adversario del aborto como de la penalización del aborto», estigmatiza vivamente a las «hacedoras de ángeles»  1 2  que «hacen un negocio de la ejecución de la "muerte natural"».

(Reforma del derecho penal sexual)

ilustraciones:
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